Señales que indican que tuviste un padre emocionalmente abusivo

En un mundo perfecto, todos los padres son modelos a seguir para sus hijos. Si bien los padres aman a sus hijos salvo algunas excepciones, no son perfectos, cometen errores y algunos incluso pueden infringir abuso emocional.

El abuso emocional es más difícil de detectar en comparación con el abuso físico, y más si te fue infringido cuando apenas eras un niño que no comprendía muy bien cómo funcionaban las relaciones y los afectos. Es por eso que recién cuando muchas personas crecen se dan cuenta que fueron víctimas de una clase de abuso por parte de su padre.

Si todavía no estás seguro de llegar a esta conclusión, aquí te mostraremos algunas señales de abuso emocional por parte de un padre, que te ayudarán a definirlo.

Señales de que tuviste un padre emocionalmente abusivo

Estas señales pueden ser esclarecedoras para entender si estuviste sometido o sometida a una relación de abuso con tu padre durante la infancia.

Tienes relaciones poco saludables con los demás

Las personas que tienen su vínculo primario (con su padre) dañado, difícilmente pueden relacionarse de forma saludable con otras personas. A menudo acuden a comportamientos pasivo-agresivos, manipulación o definitivamente al aislamiento cuando se trata de entablar relaciones. Esta es una clara señal de abuso emocional en la infancia.

La psicoterapeuta Mayra Méndez, Ph.D., explica cómo el vínculo con un padre abusivo puede dañar las relaciones de una persona en la edad adulta.

“La capacidad de involucrarse en patrones de relaciones saludables se basa en la fortaleza de la competencia socioemocional”, dice Méndez. “Cuando los niños experimentan un cuidado emocionalmente abusivo, la confianza se ve comprometida y la capacidad de entablar y mantener relaciones saludables se ve afectada”.

Tienes baja autoestima

Crecer con abuso verbal no es fácil; las críticas constantes llevan a la persona a sentirse inferior en la edad adulta. Según la doctora Méndez, la sobreexposición al menosprecio, la reprensión y los insultos en una edad muy temprana, hace que las bases de la autoestima de la persona sean la duda, el odio hacia sí misma y la creencia de que no tiene valor.

Reprimes tus sentimientos

La represión emocional es un mecanismo de afrontamiento que probablemente hayas desarrollado en la infancia para lidiar con el abuso emocional de tu padre. El mensaje detrás de la reprensión emocional es que si ignoras el sentimiento, no tienes que lidiar con él y así la vida es mucho más manejable.

Los niños aprenden a reprimir las emociones para poder hacerle frente al dolor que causan los ataques emocionales. Cerrar los sentimientos es una forma de supervivencia psicológica.

Sin embargo, este mecanismo de afrontamiento falla con el tiempo porque empieza a afectar las relaciones interpersonales.

Buscas atención

Si fuiste descuidado cuando eras niño o toda la atención que recibías era negativa, es natural que persigas la validación emocional y atención de otras fuentes. Incluso ahora en la edad adulta que tienes un refuerzo positivo, es posible que te encuentres buscando activamente lo que no tuviste cuando niño.

De acuerdo con la doctora Méndez, los niños necesitan elogios, reconocimiento y aceptación mientras crecen. El abuso emocional tiene como consecuencia una búsqueda excesiva de la aprobación por parte de los demás.

Tiendes a tener una visión pesimista de las cosas

Si tu padre (tu modelo) era mal hablado y cuando eras niño difícilmente le escuchabas hablar algo positivo, puede ser difícil para ti desarrollar una visión positiva de la vida. Hay que recordar que los padres predican con el ejemplo, y la exposición a largo plazo a la negatividad, puede dañar los cimientos de la esperanza en una persona.

Trabajas en exceso

De acuerdo con la terapeuta familiar Dawn Friedman, los hijos de padres abusivos “buscan la aprobación y el reconocimiento esforzándose académica o profesionalmente”. Persiguen los elogios por su desempeño, pero cuando los obtienen, el sentimiento de aprobación es fugaz y sienten que necesitan hacer más. La terapeuta agrega que terminan persiguiendo algo que está “siempre fuera de su alcance: la aprobación de los padres que anhelan”.

Te disculpas demasiado

Saber pedir disculpas es una conducta social elemental. Pero puede ser una señal de haber sido víctima de maltrato psicológico cuando pides disculpas por pedir un favor para cubrir una necesidad básica, como pedir un vaso de agua o pedir prestado el baño. El disculparte por estas cosas revela que esas necesidades básicas eran molestas o inconvenientes en tu infancia.

Otras señales de que fuiste víctima de abuso emocional por parte de tu padre incluyen sentirte muy agotado después de interactuar con tu padre. Además, algunas de las formas de abuso emocional más comunes y que por lo general se pasan por alto son las burlas y el que tu padre te ignorara. Todo esto puede ser abordado en una sesión de terapia que puedes concertar hoy mismo.


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Editorial Hablar Sana
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