Factores y síntomas de la ansiedad

La ansiedad es una emoción universal y, en ciertas dosis, una respuesta natural que todos experimentamos en algún momento de nuestras vidas. Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve abrumadora, constante e incapacitante, se convierte en un desafío que afecta la calidad de vida y el bienestar. En este artículo, exploraremos las causas y síntomas más relevantes de la ansiedad.

Factores o causas de la ansiedad.

La ansiedad puede ser causada por una variedad de factores, y su origen a menudo es multifacético. Las principales causas de la ansiedad incluyen:

Estrés: El estrés crónico o agudo, como la presión laboral, los problemas financieros, las relaciones difíciles o los eventos traumáticos, puede desencadenar síntomas de ansiedad.

Factores genéticos: Existe evidencia de que la ansiedad puede tener una predisposición genética. Si tienes antecedentes familiares de trastornos de ansiedad, es posible que tengas un mayor riesgo de padecer de ansiedad.

Desequilibrios químicos cerebrales: Alteraciones en la función de neurotransmisores como la serotonina y la norepinefrina pueden contribuir a la ansiedad. Para este tipo de casos se recomienda acudir al médico psiquiatra quién está capacitado para prescribir medicamentos que ayuda a la regulación de estos neurotransmisores asociados al trastorno de ansiedad.

Traumas y experiencias del pasado: experiencias traumáticas durante la infancia o en la vida adulta, diferentes formas de abuso, violencia, por ejemplo, pueden desencadenar trastornos de ansiedad.

Otras causas:

Algunas condiciones médicas, tales como enfermedades cardíacas, problemas hormonales, trastornos de la tiroides y otras afecciones de salud a nivel físico, pueden estar generar afecciones vinculados a la ansiedad.

Así también el abuso de sustancias como el alcohol, drogas o ciertos medicamentos en exceso y sin control por un experto médico puede generar problemas relacionados con la ansiedad.

En otros casos, los cambios hormonales, sobre todo los relacionados a la etapa de la menopausia o durante el embarazo pueden provocar trastorno de ansiedad.

La personalidad y temperamento: se sabe que cierto tipo de personas tienen una predisposición a ser más ansiosas que otras debido a su personalidad o temperamento. Regularmente se muestra que personas con expectativas muy altas o perfeccionistas consigo mismas o con sus metas establecidas tienden a padecer de un mayor nivel de ansiedad que otras. Como corolario de esta situación poco feliz, suele pasar que estas personas, tienden a no cumplir sus metas o expectativas reforzándose las conductas asociadas y generándose en consecuencia niveles altos de ansiedad.

Finalmente debemos agregar que factores ambientales y sociales, tales como un entorno estresante, la falta de apoyo social, la presión de las redes sociales y otros factores socioculturales pueden contribuir a la ansiedad. Esto se observa principalmente en jóvenes y adolescentes que están en constante búsqueda de aprobación y aceptación por su entorno, sin embargo, es importante mencionar que también los adultos son proclives a padecer de ansiedad cuándo sienten o consideran que no encajan en su medio social o profesional, por ejemplo.

Principales síntomas de la ansiedad

La ansiedad se manifiesta a través de una variedad de síntomas que afectan tanto a nivel emocional como físico. Estos síntomas pueden variar en intensidad y duración. Acá te compartimos los principales síntomas de la ansiedad incluyen:

Los síntomas emocionales más frecuentes a los que nos enfrentamos cuándo padecemos de ansiedad son los siguientes:

Inquietud o preocupación excesiva: Pensamientos inquietantes y preocupación constante acerca de eventos futuros, a menudo con una percepción exagerada del peligro.

Miedo intenso: Miedo irracional a situaciones específicas o miedo generalizado sin una causa aparente.

Irritabilidad: Cambios de humor y respuestas emocionales exageradas.

Dificultad para concentrarse: Dificultad para mantener la atención y la concentración debido a la ansiedad constante.

Sensación de despersonalización: Sentimiento de estar desconectado de uno mismo o de la realidad, como si estuvieras observando desde afuera.

Entre los síntomas físicos se encuentran:

Palpitaciones: Aumento del ritmo cardíaco, sensación de latidos fuertes o irregulares.

Sudoración excesiva: Transpiración excesiva, especialmente en las manos y la frente.

Temblores: Temblores en las manos u otras partes del cuerpo.

Molestias gastrointestinales: Dolor de estómago, náuseas, diarrea o estreñimiento.

Dificultad para respirar: Respiración rápida o superficial, sensación de opresión en el pecho.

Tensión muscular: Tensión y rigidez muscular, que puede causar dolor y malestar.

Mareos: Sensación de desequilibrio o vértigo.

Dolores de cabeza: Cefaleas tensionales o migrañas relacionadas con la ansiedad.

Es importante recordar que la ansiedad es una respuesta normal y adaptativa en ciertas situaciones. Sin embargo, cuando estos síntomas son abrumadores, persistentes y afectan significativamente la calidad de vida, es esencial buscar ayuda profesional. Los trastornos de ansiedad son tratables, y hay una variedad de enfoques terapéuticos y opciones de tratamiento disponibles para abordarlos.

Por último, el tratamiento para la ansiedad puede incluir terapia cognitivo-conductual, medicamentos, técnicas de relajación, cambios en el estilo de vida y el apoyo de profesionales de la salud mental. Si crees que estás experimentando ansiedad que afecta tu vida diaria, es fundamental buscar ayuda de un profesional de la salud para recibir un diagnóstico adecuado y desarrollar un plan de tratamiento efectivo.

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