Cómo cultivar la empatía

¿Qué es la empatía y cómo cultivarla?

La empatía es un concepto muy difundido en los últimos años y se ha intentado educar a la sociedad a través de este valor, pues se cree que tiene beneficios potenciales para el bienestar colectivo. A continuación ahondaremos acerca de este concepto y cómo cada persona puede cultivar la empatía.

Qué es la empatía

La empatía se refiere a la capacidad de comprender cómo se sienten los demás, de ver las cosas desde el punto de vista de otros y de ponerse en sus zapatos. Las personas con empatía tienen una imaginación lo suficientemente flexible como para recrearse en el lugar del otro y poder comprender cómo se siente su situación, aunque nunca la hayan experimentado.

Las personas suelen estar en sintonía con sus propios sentimientos y vivencias, pero estar en la cabeza de otro puede ser más desafiante. La capacidad de sentir empatía es bastante humana, pero por lo general también se aprende y se cultiva.

Por otro lado, las personas que responden con indiferencia e incluso con hostilidad ante el dolor de otro carecen de empatía. Y esto demuestra que la empatía no es una respuesta universal ante el sufrimiento de los demás.

Signos de empatía

Si verdaderamente tienes empatía, manifestarás los siguientes signos. En caso contrario, es decir si tus respuestas emocionales y mentales son completamente diferentes, significa que la empatía es un valor que debes aprender y cultivar. Démosle un vistazo a los signos de empatía:

·La gente a menudo te cuenta sus problemas.

·Eres bueno escuchando realmente lo que otros tienen que decir.

·Las personas suelen buscarte para pedir consejo.

·No impones tu opinión acerca de todo, entiendes que a veces la gente simplemente necesita ser escuchada.

·Intentas ayudar a otros que están sufriendo.

·Eres bueno para captar cómo se sienten otras personas.

·A menudo piensas en cómo se sienten los demás.

·A menudo te sientes abrumado por eventos trágicos.

·Identificas con facilidad cuándo la gente no está siendo honesta.

·A veces te sientes agotado o abrumado en situaciones sociales.

·Te preocupas genuinamente por los problemas y situaciones de otras personas.

·Le resulta difícil establecer límites en sus relaciones con otras personas.

La empatía tiene sus beneficios, pero también es importante saber que el exceso de empatía puede generar en quien la tiene agotamiento, sobre estimulación, sentirse abrumado o como mencionamos en este último punto, dificultades para establecer límites en sus relaciones. En esos casos, la mejor manera de combatir los efectos adversos de la empatía es practicar el auto cuidado, es decir, aprender a ponerse en primer lugar en algunas situaciones.

Tipos de empatía

Esencialmente existen tres tipos de empatía que podemos diferenciar. Estos son:

·Empatía somática: Implica tener una respuesta física ante el padecimiento de otra persona. Se pueden experimentar los síntomas de otra persona, pero también las personas que tienen empatía somática suelen sonrojarse cuando otra persona siente vergüenza, por mencionar un ejemplo.

·Empatía afectiva: Es la capacidad de comprender cómo se siente la otra persona y responder coherentemente. Tal comprensión emocional lleva a la persona a procurar el bienestar del otro o a compartir sus sentimientos de angustia y preocupación.

·La empatía cognitiva: Es la capacidad de comprender el estado mental de la otra persona, es decir, lo que podría estar pensando, y cómo actuar en consecuencia. En pocas palabras, es aprender a pensar cómo piensa la otra persona.

Cómo cultivar la empatía

La empatía ha sido definida por los psicólogos como una habilidad, lo que significa que se puede aprender y fortalecer. Para cultivar tu habilidad para la empatía, algunas cosas que puedes practicar incluyen:

  • Esfuérzate por escuchar a otras personas sin interrumpir.
  • Presta atención al lenguaje corporal y otros tipos de comunicación no verbal.
  • Intenta comprender el punto de vista de otra persona, incluso cuando no estés de acuerdo con ella.
  • Expresa interés por los demás haciéndoles preguntas que te permitan comprender mejor sus vidas.
  • Usa tu imaginación y ponte en los zapatos de otras personas siempre que puedas.

Barreras para practicar la empatía

Algunas de las razones por las que las personas carecen de empatía tienen que ver con los sesgos cognitivos, la deshumanización y la culpabilización de las víctimas.

Los sesgos cognitivos tienen que ver con una percepción errada de la realidad. La deshumanización está relacionada con no sentirse identificado o en igualdad de condiciones con una víctima. Mientras que la culpabilización de las víctimas es una tendencia que surge de la necesidad de creer que el mundo es un lugar justo y equitativo. Estos tres comportamientos, como ya dijimos, impiden a las personas sentir empatía.

Si necesitas hablar más acerca de la empatía, aprender técnicas para cultivarla o, en caso de que tengas exceso de empatía, aprender a mitigar sus efectos adversos, puedes consultar con un especialista en salud emocional.


También te puede interesar: Los poderes curativos de la gratitud

Editorial Hablar Sana
Personal 50376059972 |
Dirección de Clinica:
https://hablarsana.com/



La plataforma pensada en tu crecimiento y bienestar.