Instinto maternal y los retos de ser madre

Instinto maternal: Por qué no hay una sola manera de ser madre

Las madres que se preparan para recibir a un hijo por primera vez reciben muchos consejos de familiares y amigos que básicamente concluyen que de forma innata sabrán cómo ser madres. Pero la verdad es que el instinto maternal es en gran parte un mito, no serás una experta de forma instantánea. Así que no te desanimes, aquí te diremos lo que necesitas saber sobre el instinto materno.

¿Qué es el instinto maternal?

No existe una sola definición sobre instinto maternal. Para unas personas representa el deseo de convertirse en madres y para otras se refiere a la brújula moral y emocional para criar un hijo. Otros usan el término para referirse al impulso de proteger a un hijo de cualquier daño.

Sin embargo, hasta ahora ninguna investigación científica ha sentado las bases y los parámetros oficiales de lo que es el instinto maternal.

¿Es real el instinto maternal?

Después del embarazo, ocurren muchos cambios en el cuerpo y en el cerebro. En la etapa posparto, la oxitocina (la “hormona de la felicidad”) se eleva y esto tiene un impacto en el vínculo entre la madre y el bebé. La lactancia materna contribuye con una mayor producción de oxitocina, lo que genera más sentimientos de bienestar y apego al bebé.

También la estructura del cerebro de la mujer cambia sustancialmente. De acuerdo con un estudio de 2016, el grado de cambio de la materia gris en la mujer durante el embarazo puede predecir qué tan cercanas se sentirá como mamá de su bebé.

Son cambios significativos, sin embargo, no representan un instinto que lo abarque todo y que se active automáticamente cuando la mujer tiene un bebé por primera vez.

“Sabemos que el cerebro de una mujer cambia durante el embarazo, formando nuevas vías neuronales para ayudar a prepararse para cuidar a un bebé”, Señala Kayce Hodos, una terapeuta especializada en asesorar a mujeres embarazadas y posparto. “Pero esto no significa que amamantar, cambiar pañales o incluso conectarse con el bebé sea algo natural para todas las madres. La ciencia no ha podido probar que haya algo innato que haga que una mujer sea naturalmente maternal”.

La especialista señala que la maternidad es un rol que se aprende. Es decir, las habilidades para ser madre no son innatas, sino que se necesita tiempo y experiencia para perfeccionarlas.

¿Qué pasa si no experimento el instinto materno?

Si automáticamente no te conviertes en una súper mamá luego de ver por primera vez a tu hijo, no debes castigarte a ti misma. En lugar de confiar en un instinto materno para responder a tus preguntas de mamá primeriza, busca apoyo de los demás.

Puedes contar con el respaldo de un pediatra, un asesor de lactancia, un terapeuta especializado en salud mental perinatal y un grupo de apoyo de otras mamás con experiencia.

Muchas madres preocupadas por la ausencia del instinto maternal en realidad están manifestando un síntoma de depresión posparto. Sienten culpa, apatía, falta de interés por el cuidado personal y agitación conjuntamente con esta preocupación. Si como madre primeriza estás experimentando todo esto, ponte en contacto de inmediato con un asesor de salud mental.

Cómo cultivar tus fortalezas como mamá primeriza

Puede que no existe un instinto maternal único, pero sí hay maneras de cultivar tus fortalezas como mamá. Si trabajas en tu identidad y tus cualidades maternales, serás la mejor mamá que puedes ser para tu hijo.

“Animaría a las nuevas madres y a las mujeres que están considerando tener hijos a que se centren en sus valores y en la manera como quieren trasmitirlos a sus hijos”, dice la psicóloga Hodos.

Para esto, es importante tomarse el tiempo de evaluar cuáles son los valores que pueden definirte como madre, qué cualidades son más fuertes en ti de acuerdo a tu personalidad. Puede que seas una madre compasiva, o una divertida, o una excelente cuidadora. Si tomas nota de esto, esta puede ser una grandiosa hoja de ruta de tu misión como madre.

Finalmente, aunque el instinto maternal es un mito, es una creencia cultural profundamente arraigada y puede ser difícil de cuestionar. Pero para las madres por primera vez y el resto, no existe una única manera correcta de ser mamá.

Si no tienes intuitivamente todas las respuestas, no te avergüences de buscar ayuda. La clave para una buena maternidad es el apoyo, no el instinto.

Por tanto, el trabajo de maternidad se hará más fácil a medida que fortalezcas tus habilidades y cuentes con una red de apoyo de profesionales, familiares y amigos. Por último, la comunicación con la pareja puede hacer la diferencia y aliviar a las nuevas madres de mucho estrés.

Si necesitas hablar con un terapeuta sobre tu embarazo o tus sentimientos sobre ser madre, no dudes en ponerte en contacto.

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