Principios de la Terapia Cognitiva
Las personas que buscan ayuda psicoterapéutica pueden desconocer los métodos, teorías, conceptos y técnicas que fundamentan esta práctica, sin ser culpables de ello. Sin embargo, contar con la información adecuada puede ayudarles a comprender mejor su propio proceso terapéutico y a formular preguntas pertinentes a su psicoterapeuta. Además, es deber del profesional clínico brindar orientación e información a sus pacientes para facilitar este entendimiento.
En este artículo vamos a abordar los principios de la Terapia Cognitiva, que consideramos fundamentales para entender cómo esta forma de tratamiento psicológico puede ayudar a las personas a identificar y modificar pensamientos y creencias disfuncionales destacando cómo la autoobservación y la práctica de habilidades se integran en el tratamiento para promover cambios duraderos y una mayor resiliencia psicológica.
Principio 1. La terapia cognitiva se fundamenta en una formulación dinámica del paciente y sus problemas planteada en términos cognitivos. Esto significa que el terapeuta debe comprender cómo los pensamientos, las creencias y las emociones del paciente contribuyen a sus problemas.
Una vez que el terapeuta tiene una comprensión básica del paciente, puede comenzar a desarrollar una formulación. La formulación debe incluir los siguientes elementos: los problemas específicos del paciente, los pensamientos, las creencias y las emociones que contribuyen a los problemas y los patrones de comportamiento que se asocian con los problemas
Principio 2. La terapia cognitiva requiere de una sólida alianza terapéutica. Terapeuta y paciente deben trabajar juntos como equipo para alcanzar los objetivos de la terapia.
Una sólida alianza terapéutica se basa en los siguientes elementos: confianza, respeto, comprensión y cooperación.
Por ejemplo, una paciente con ansiedad puede presentar dificultades para expresar sus emociones. En este caso, el terapeuta debe trabajar para crear un ambiente seguro y acogedor en el que la paciente pueda sentirse cómoda expresando sus emociones. A medida que la paciente se siente más cómoda con el terapeuta, también comienza a sentirse más cómoda expresando sus emociones a los demás.
Principio 3. La terapia cognitiva enfatiza la colaboración y la participación activa.
El paciente es un participante activo en el proceso de terapia, en donde terapeuta y paciente trabajan juntos para alcanzar los objetivos de la terapia.
La colaboración y la participación activa se basan en los siguientes elementos:
El paciente es responsable de su propio cambio.
El terapeuta es un guía y un facilitador.
El terapeuta y el paciente trabajan juntos para desarrollar un plan de tratamiento.
El terapeuta y el paciente trabajan juntos para evaluar el progreso del tratamiento.
La colaboración y la participación activa son esenciales para el éxito de la terapia cognitiva. Cuando el paciente es un participante activo en el proceso de terapia, es más probable que se comprometa con el tratamiento y que siga las recomendaciones del terapeuta.
Principio 4. La terapia cognitiva está orientada hacia objetivos y centrada en problemas determinados.
La terapia se centra en ayudar al paciente a alcanzar objetivos específicos relacionados con sus problemas basándose en la premisa que los problemas psicológicos están causados por pensamientos, creencias y comportamientos disfuncionales. Además, la terapia cognitiva establece que los pensamientos, las creencias y los comportamientos pueden cambiarse.
Principio 5. La terapia cognitiva inicialmente destaca el presente.
Si bien la terapia cognitiva puede abordar los problemas del pasado, inicialmente se centra en el presente. Esto se debe a que el objetivo de la terapia es ayudar al paciente a superar sus problemas actuales y a vivir una vida plena en el presente. Sin embargo, cuando el caso lo amerita, la atención puede centrarse en el pasado, por ejemplo, cuando el paciente manifiesta una fuerte inclinación por hablar de experiencias de su pasado. También puede el terapeuta considerar necesario o importante comprender cómo se forjaron ciertas ideas disfuncionales que afectan al paciente en la actualidad.
Principio 6. La terapia cognitiva es educativa. Es decir, tiene como propósito enseñar al paciente a ser su propio terapeuta y pone énfasis en la prevención de las recaídas.
En las sesiones de terapia, el paciente, con la ayuda de su terapeuta, comprende cómo sus pensamientos, creencias y comportamientos están contribuyendo a sus problemas. El terapeuta también ayuda al paciente a desarrollar habilidades para identificar y cambiar sus pensamientos, creencias y comportamientos disfuncionales. También esto permite que el paciente desarrolle habilidades para evitar recaídas.
Principio 7. La terapia cognitiva tiende a ser limitada en el tiempo. Regularmente el tratamiento a través de la terapia cognitiva tiene una duración que oscila entre 4 a 14 sesiones.
A diferencia de otras corrientes terapéuticas, la terapia cognitiva (TC) se caracteriza por tener un enfoque breve y focalizado. Esto significa que se establece un número determinado de sesiones, generalmente entre 10 y 12 sesiones, aunque en ciertos casos pueden extenderse según sea necesario para abordar problemas específicos. Una de las razones que explica por qué la TC es limitada en el tiempo es que se enfoca en el presente y en los problemas específicos que el paciente está experimentando. Además, la Terapia Cognitiva utiliza técnicas estructuradas y bien definidas para ayudar al paciente a modificar sus pensamientos y comportamientos disfuncionales. Vale resaltar que la TC al tener una duración limitada establece a priori los objetivos terapéuticos, que regularmente son: aliviar los síntomas que presenta el paciente, facilitar la remisión del trastorno y proporcionar herramientas al paciente para evitar recaídas.
Principio 8. Las sesiones de terapia cognitiva son estructuradas. Las sesiones de terapia cognitiva no son improvisadas, si no más bien estas siguen una estructura definida a través de un enfoque organizado y planificado. Esto permite aprovechar al máximo el tiempo de la sesión manteniendo el enfoque en los objetivos terapéuticos. Además, una terapia con estructura definida para cada sesión ayuda a que el paciente tenga claridad de su propio proceso terapéutico permitiendo su participación continua en las sesiones.
Principio 9. La terapia cognitiva ayuda a los pacientes a identificar y a evaluar sus pensamientos y comportamientos disfuncionales y a actuar en consecuencia.
La terapia cognitiva (TC) se basa en la idea de que nuestros pensamientos, emociones y comportamientos están interconectados. Es decir, la forma en que pensamos sobre nosotros mismos, el mundo y las demás personas influye en cómo nos sentimos y cómo actuamos.
Principio 10. La terapia cognitiva se sirve de una variedad de técnicas para cambiar el pensamiento, el estado de ánimo y la conducta.
Este principio de la terapia cognitiva resalta la versatilidad de esta forma de terapia al emplear una amplia variedad de técnicas para abordar y cambiar el pensamiento, el estado de ánimo y la conducta de los individuos. Esta diversidad de enfoques terapéuticos permite una adaptación precisa a las necesidades individuales de cada paciente. Entre estas técnicas podemos mencionar: identificación de pensamientos disfuncionales, restructuración cognitiva, entrenamiento de resolución de problemas entre otros.
Bibliografía:
Beck, J. S. (2000). Terapia cognitiva: conceptos básicos y profundización.