Cómo usar la ira a tu favor

Ira constructiva: Cómo usar la ira a tu favor


Muchas personas se preguntan si se puede convertir una emoción negativa como la ira en una oportunidad de sanación. Últimamente se habla de la ira constructiva, un término que parece antinatural, pero de hecho usar los sentimientos negativos con un enfoque positivo puede ayudar con la recuperación.

Hay que recordar que la ira es una emoción válida, que no siempre tiene que ser negativa y dañina. Todo depende de cómo la manejes. Aquí aprenderemos un poco cómo usar la ira a tu favor para tener sanidad interior.

Qué es la ira constructiva y por qué es tan importante

La ira es una emoción que te impulsa a mostrar a otras personas lo que necesitas. En términos generales, es bueno hablar por ti mismo. No obstante, gritar, criticar y pelear a menudo no sirve para conseguir lo que necesitas.

Cuando la ira se manifiesta de esta manera, la persona solo escucha que estás enojado y no recibe el mensaje, lo cual es un resultado frustrante. Sin embargo, cuando la ira toma un enfoque constructivo tiene una serie de beneficios potenciales, entre los cuales están:

·Te permite ser escuchado como una persona considerada, imparcial e interesada en el otro punto de vista.

·Muestras respeto por ti mismo y por la otra persona en medio del conflicto.

·Puedes anteponerte a la crítica y enojo para dar validez a otras opiniones.

La ira constructiva es la habilidad de convertir la energía natural de la ira de una fuerza potencialmente destructiva en un activo que puede ayudar en la resolución de conflictos. Significa tomarse el tiempo para comprender por qué estás enojado, y al tener una compresión de tus propios sentimientos, abordar el problema.

Diferencias entre la ira y la ira constructiva

La ira destructiva por lo general es un estallido espontáneo que se expresa atacando directamente a la otra persona. La ira constructiva aún es enojo, pero la persona se toma el tiempo de pensar antes de actuar y opta por el enfoque de atacar los problemas y no a las personas.

Así que la principal diferencia entre la ira y la ira constructiva es que en la segunda hay pausas, esperas y meditación para responder. El nivel de enojo en ambos casos es el mismo, lo que cambia es la reacción.

Dar rienda suelta a la ira puede herir a las demás personas y hacer daños emocionales profundos en nosotros mismos. Pero cuando se toma el enfoque de la ira constructiva, es mucho más fácil encontrar una vía para la resolución del problema, y por tanto, se puede recuperar más rápidamente la estabilidad interior y la sanidad emocional.

Cómo practicar la ira constructiva

Finalmente, si te preguntas cómo usar la ira a tu favor, aquí hay algunas estrategias cruciales. No serás un experto en el dominio propio de la noche a la mañana, pero son patrones de comportamiento que si los pones en práctica progresivamente, tendrás una mejor salud emocional en general. Estos son nuestros consejos:

Pausa

Cuando estás especialmente enojado, todo pasa muy rápido, no necesitas dar rienda suelta a las emociones ni tampoco contenerte hasta el punto del estallido. Lo que necesitas es hacer una pausa, distanciarte de la situación.

Si no puedes salir del lugar por un par de minutos, haz el ejercicio de la pausa tomando bocanadas de aire y aguantando la respiración para luego liberar el aire poco a poco. Haz lo que te parezca más conveniente para desacelerar la velocidad con la que están sucediendo las cosas.

Piensa antes de hablar y de actuar

Cuando estés enojado, no digas todo lo que se te viene a la mente porque por lo general suelen ser armas de ataque. Recuerda que la ira hace más daño a su portador que a quien va dirigida. Si hablas con mezquindad, dirás cosas de las cuales más tarde te sentirás arrepentido y pueden jugar en tu contra.

La clave está en enfocarte en el mensaje que quieres trasmitir y no en tu enojo, para utilizar las palabras más adecuadas que le informen a la otra persona cómo te sientes. Para esto, es importante que tu mensaje esté regido por el respeto hacia la otra persona.

Ataca al problema no a la otra persona

Para saber qué decir o qué hacer, asegúrate de estar atacando al problema y no a la persona. Que tus palabras no sean heridas directas hacia la persona, sino al problema o a la conducta que te ha estado lastimando.

Un cambio de enfoque puede hacer que la ira destructiva se convierta en ira constructiva. Así que cuando alguien te haga enojar, piensa qué ha desencadenado tu enojo y cuál es el mensaje que necesitas entregar a la persona para que la situación no se repita.

Si necesitas ayuda con el manejo de la ira, la terapia especializada puede ser muy útil. Contacta con alguno de nuestros especialistas y obtén poderosas herramientas para que la ira sea una emoción a tu favor.


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